Se estimaque alrededor de una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (conocidos como GEI y que son los causantes del calentamiento global) provienen de la agricultura, así como de los cambios de uso de suelo y la deforestación asociados a ésta.

Aunque la mayoría de estas emisiones provienen de la producción, otros eslabones de la cadena de valor, como el transporte, la venta, el embalaje y el consumo aportan cerca del 30% de las emisiones GEI. Un dato aún más preocupante es que el 27% de dichas emisiones se originan en el continente americano.

Además de ser responsable de un importante volumen de emisiones, el sector agroalimentario también es uno de los mayores afectados por la crisis climática, especialmente en América Latina. De hecho, Centroamérica es una de las regiones más impactadas por fenómenos metereológicos extremos asociados al cambio climático, como prolongadas sequías seguidas de intensas lluvias. 

Las afectaciones de estos fenómenos extremos no son sólo para los productores agrícolas, sino para toda la cadena de suministro y los consumidores, quienes verán afectada la disponibilidad de ciertos productos. Dado su rol tan relevante en la generación de emisiones GEU, los agronegocios también pueden ser un actor clave en la mitigación del cambio climático mediante la adopción de medidas y prácticas que impulsen la productividad sostenible y la resiliencia climática.

Hablemos de sostenibilidad y resiliencia

La sostenibilidad es definida por Naciones Unidas como aquello que permite satisfacer las necesidades del presente sin afectar de forma negativa la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades. La latente amenaza del cambio climático ha hecho que este concepto sea cada vez más socorrido y que cada vez se integre como un eje fundamental del modelo de negocios de las empresas. Si hay un sector en el que la sostenibilidad es esencial es, precisamente, el agroalimentario. Lo vemos, por ejemplo, en el uso del agua: el 90% de los resultados en este sector dependen del manejo de los recursos hídricos, por lo que es indispensable que se haga un uso sostenible de las fuentes de agua disponibles. Aparejado con el uso sostenible de los recursos naturales, los agronegocios requieren también reducir los riesgos y vulnerabilidades de la producción, mientras aumentan su capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático. A esto se refiere la resiliencia climática. Alinear la producción agroalimentaria con objetivos de sostenibilidad y resiliencia climática no debe verse como una restricción al desarrollo productivo. El desafío es hacer frente al cambio climático con soluciones sostenibles que también contribuyan al bienestar de los productores. La clave está en identificar los caminos posibles para transitar desde los sistemas agroalimentarios actuales a nuevos modelos, más sostenibles y resilientes, que no únicamente exploten los recursos naturales, sino que los potencien y valoricen.

Oportunidades para un manejo sostenible y resiliente 

Existen diversas estrategias y propuestas para alcanzar la resiliencia y la sostenibilidad en los agronegocios. Pero, ¿cuáles son las más aptas para las pequeñas y medianas empresas (PyMES) interesadas en implementar soluciones climáticas?

La respuesta tiene que ver con el objetivo que persiguen y los recursos de los que disponen. Proponemos una lista de soluciones que consideramos adecuadas para ser adoptadas por PyMES de la región centroamericana, por tres razones:

1. La mayor vulnerabilidad de la región centroamericana demanda acciones inmediatas pero eficaces a cualquier escala
2. La estructura menos jerarquizada de las PyMES facilita la implementación de soluciones
3. El tamaño de las PyMES también favorece que el escalamiento de buenas prácticas sea más rápido

Las soluciones que proponemos están organizadas conforme al objetivo climático que persiguen.

Fomentar la resiliencia climática

• Usa árboles de servicio para proveer sombra a tus cultivos y amortiguar los impactos de las altas temperaturas.
• Emplea barreras vivas para evitar la erosión durante lluvias fuertes o eventos extremos.
• Conserva áreas boscosas cercanas a fuentes de agua para asegurar la provisión de agua.
• Diversifica tus cultivos.
• Mejora la salud de los suelos 

Proteger los ecosistemas

• Integra la conservación de la biodiversidad en tus estrategias de producción.
• Fomenta el uso de insumos menos tóxicos y gestiona de forma ambientalmente adecuada los plaguicidas con alternativas productivas efectivas en términos técnicos, económicos y ambientales.
• Introduce especies o variedades que se adapten mejor a las condiciones de suelo y clima.
• Reforesta y restaura los ecosistemas degradados.
• Evita el avance de la frontera agropecuaria.
• Fomenta la producción de diferentes cultivos y evita los monocultivos.
• Fomenta sistemas agroforestales y agroecológicos.

Reducir las emisiones GEI

• Evita la deforestación
• Reduce la pérdida y el desperdicio de alimentos
• Evalúa la huella ambiental de los productos comercializados a nivel internacional y determina si su origen lejano implica la explotación excesiva de agua, nutrientes del suelo, biodiversidad u otros recursos naturales en lugares donde éstos son escasos o están en riesgo. 
• Diversifica riesgos mediante la combinación de estrategias de abastecimiento de cadenas de suministro locales o más cortas y estrategias de integración con mercados regionales o internacionales.

Perseguir la eficiencia energética

• Fomenta formas de aprovechamiento de los residuos orgánicos para generar energía (biomasa).
• Adopta tecnologías de eficiencia energética y de fuentes de generación renovables (biodigestores, paneles solares, energía solar térmica para calentar agua, turbinas, bombas de agua solares).

Como habrás notado, estas soluciones están enfocadas en la etapa de producción, pero también hay oportunidades para fomentar la sostenibilidad y la resiliencia climática en las cadenas de valor. Te proponemos algunas ideas, ya sea para que las implementes si tu negocio forma parte de una cadena de valor o te interese fomentarlas entre tus proveedores:

• Valora los productos y mercados locales.
• Incluye costos y criterios ambientales y sociales en las cadenas de valor.
• Fomenta la economía circular y esquemas de comercio justo.
• Utiliza herramientas tecnológicas, como los sistemas de información geográfica o las imágenes satelitales, para asegurar que tus cadenas de valor también promuevan prácticas sostenibles como la no deforestación.

Beneficios más allá de la preservación ambiental

Además del cuidado y conservación del ambiente, implementar soluciones que contribuyan a la reducción de emisiones y fomenten la resiliencia climática tiene otros beneficios para las empresas. 

• Optimiza el uso de recursos: el manejo sostenible de recursos naturales como el agua y el suelo implica usarlos también de forma eficiente.
• Aumenta la confianza y fidelidad de tus clientes: cada vez más los consumidores están valorando el compromiso ambiental de las marcas, cuando éste es genuino.
• Te da una ventaja competitiva: aumentar la confianza de tus clientes también puede atraer a nuevos clientes e inversores y propiciar un ciclo virtuoso de crecimiento y productividad, que a la larga puede ayudarte a escalar tus soluciones climáticas.

No pierdas de vista que estos beneficios son adicionales y no deberían ser tu motivación principal para implementar soluciones climáticas. Puedes correr el riesgo de no implementar las soluciones más acertadas para tu negocio, además de que los clientes reconocen cuando una marca no es genuina en sus motivaciones y eso puede repercutir negativamente a tu marca.

En ConnectAmericas contamos con una guía de recursos y herramientas sobre sostenibilidad y cómo puedes aumentar el valor agregado de tu negocio al aplicar criterios ambientales. Accede en este enlace.

Por otro lado, si decides implementar algunas soluciones ambientales en tu negocio, es importante que lo comuniques tanto a tu equipo como a tus clientes. Internamente te ayudará a sensibilizar a tu personal, además de que te será más fácil modificar aspectos dentro de tu negocio como reducir el consumo de enegía o los residuos. Mientras que al compartir tus esfuerzos le harás saber a las personas qué está haciendo tu empresa por el ambiente y por qué al consumir tus productos están contribuyendo a cuidar el medio ambiente. Recuerda no sólo hablar de lo que haces, sino también de tus logros. Piensa que al comunicar tu experiencia no sólo puedes motivar a tus clientes sino también inspirar a otros negocios a implementar soluciones climáticas.