En 1994, el periodista Joshua Quittner registró el dominio mcdonalds.com y publicó un artículo en la revista Wired, que comenzaba del siguiente modo: “Estoy esperando una llamada de McDonald’s, de la gente de las hamburguesas. Están tratando de encontrar a alguien -a cualquiera- dentro de sus oficinas que sepa qué es la internet y que me pueda decir por qué no hay Arcos Dorados en la autopista de la información”. 

Quittner relataba en el artículo que había registrado el nombre sin demasiadas dificultades y que, de ese modo, pretendía poner a prueba el por entonces muy primitivo sistema de solución de controversias relacionadas con dominios en internet. Finalmente, un tiempo después de publicado el artículo, Quittner le cedió el dominio a la compañía, pidiéndole a cambio que realizara una donación a una organización de beneficencia.

Si bien McDonald’s no reaccionó rápidamente en aquella ocasión, las cosas han cambiado mucho en estos casi veinte años; y hoy en día los empresarios valoran mucho más los dominios de Internet, que se han transformado en un bien comercial extremadamente preciado. Por lo tanto, cuando los dueños de una compañía le comunican al agente de registro que quieren utilizar el dominio correspondiente al nombre de su empresa, y éste les responde que ese nombre ya está tomado, entran en pánico. 

El escenario dependerá según quién sea el dueño actual del dominio que el empresario pretenda.

¿Qué hacer en esas circunstancias? Pues bien, el escenario será muy diverso según quién sea el dueño actual del dominio que el empresario pretenda. Si, por ejemplo, el dominio fue registrado por una empresa de otro país que tiene el mismo nombre, las opciones serán más reducidas. Si, en cambio, el dominio fue registrado por alguien que quiso usurpar la marca de la empresa y aprovecharse de su buen nombre en Internet, como en el caso de McDonald’s y Quittner, entonces la situación será muy distinta. Veamos qué se podría hacer en cada caso.

Primer caso

Si el dominio está registrado por otra empresa del mismo nombre las opciones son relativamente reducidas, dado que la otra compañía tendrá igual derecho al dominio que la propia. En un artículo en un sitio web jurídico, Diana Fitzpatrick, abogada experta en la materia, sugiere tres opciones. Primero, el empresario puede apelar a otras extensiones distintas a .com, como .net, .org o .biz. Estas posibilidades están generalmente más disponibles y se puede acceder a ellas a través de los mismos proveedores. Una segunda alternativa consiste en cambiar levemente el nombre del dominio, manteniendo la relación con el nombre de la empresa: agregar un guión en el medio, utilizar la sigla en lugar del nombre completo, etc. 

Y, finalmente, la tercera posibilidad consiste en intentar comprarle el nombre del dominio a la empresa que actualmente lo posee: puede que para la otra compañía el sitio web no sea tan importante, y que esté dispuesta a cederlo por una suma de dinero no tan abultada. “Se pueden comprar nombres de dominio de diversas formas”, dice Fitzpatrick. “A través de clasificados online, contactar al dueño directamente y hacer una oferta, hacer una oferta en un sitio de subastas (como ebay.com) o utilizar un bróker de nombres de dominio”.

Una cuarta opción podría ser la de utilizar el nombre de dominio con la extensión del país en que se encuentra la empresa, como .co, .br, o .co. La organización que administra los dominios internet, la ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Número), delega la facultad de administrar estos dominios nacionales en agencias locales. En Argentina, por ejemplo, la distribución de sitios .ar la realiza un ente estatal (www.nic.ar), que las delega en forma gratuita.

Segundo caso

Muy distinta será la situación si quien registró el dominio no tiene ninguna relación con el nombre. Para estos casos, la ICANN cuenta con una Política de Resolución de Disputas de Nombres de Dominio Uniformes (UDRP, por su sigla en inglés). Según explica el sitio web de la organización, estas pautas establecen que “la mayoría de los tipos de disputas de nombres de dominio basados en marcas registradas deben resolverse mediante acuerdo, acción judicial, o arbitraje antes que un registrador cancele, suspenda o transfiera un nombre de dominio. Las disputas que presuntamente surgen de registros abusivos de nombres de dominio (por ejemplo, usurpación cibernética) podrán tratarse mediante procedimientos administrativos expeditivos que inicie el titular de los derechos de la marca registrada, por medio de la presentación de una queja ante un proveedor de servicios de resolución de disputas”.

En su sitio web, la organización provee un completo listado de dominios que han atravesado procedimientos de este tipo. Desde Avianca.com, que había sido registrado por una persona que nada tenía que ver con la aerolínea, hasta Citiback.com (con una letra de diferencia respecto del nombre del banco), diversos paneles arbitrales y cortes nacionales han devuelto sus dominios a los dueños de las marcas comerciales relacionadas con ellos.

“Para apelar a la política el dueño de una marca registrada debe: (i) presentar una queja ante un tribunal de jurisdicción apropiado en contra del titular del nombre de dominio (o donde corresponda, una acción real respecto del nombre de dominio), o (ii) en casos de registro abusivo, presentar una queja ante un proveedor de servicios de resolución de disputas aprobado”, dice la organización, que cuenta con una lista disponible en la misma página web.