Entre los derechos de propiedad industrial, el profesor Belay Seyoum, de la Universidad Nova Southeastern en Estados Unidos, entiende que los tres más importantes para los exportadores son las patentes, las marcas y los secretos comerciales.
En primer lugar, explica Seyoum, una patente “es un derecho de propiedad otorgado por el gobierno a inventores (y a otras personas que deriven sus derechos de los del inventor) por un período determinado de tiempo para excluir a otras personas de la fabricación, el uso o la venta de un producto patentado, o de la utilización del método o proceso patentado. En la fecha de expiración del privilegio, la invención patentada está disponible al público en general, o entra al dominio público”.
Son tres los tipos de derechos de propiedad intelectual más importantes para las PYMEs exportadoras: las patentes, las marcas y los secretos comerciales
Según explica la OMC, “la protección de esos signos distintivos tiene por finalidad estimular y garantizar una competencia leal y proteger a los consumidores, haciendo que puedan elegir con conocimiento de causa entre diversos productos o servicios. La protección puede durar indefinidamente, siempre que el signo en cuestión siga siendo distintivo”.
Una PYME que produzca jugos de frutas puede, por ejemplo, patentar el procedimiento por el cual exprime las frutas, o puede patentar la fórmula misma de los jugos. De este modo, todo el esfuerzo que el empresario y los trabajadores hayan puesto en el desarrollo de ese método quedará protegido de la imitación por parte de la competencia.
En segundo lugar, una marca “es una palabra, un nombre, un símbolo, un artefacto o alguna combinación de éstos, utilizado por un productor o un vendedor de bienes para identificar y distinguir sus bienes de los producidos o vendidos por otros”. Para la OMC, el objetivo social en este caso es “proteger los resultados de las inversiones en el desarrollo de nueva tecnología, con el fin de que haya incentivos y medios para financiar las actividades de investigación y desarrollo”.
Toda PYME que desee exportar sus productos debería registrar su marca comercial, puesto que si no lo hace, el prestigio que pueda ganar en el mercado podrá ser arrebatado por otra empresa que se aproveche de utilizar el mismo nombre.
Por último, los secretos comerciales involucran “una fórmula, un método o una técnica que derive valor económico independiente de no ser generalmente conocida o disponible a otras personas que puedan obtener valor económico de su divulgación o uso”. Por ejemplo, muchas empresas incluyen en sus contratos laborales cláusulas que obligan a los trabajadores a no divulgar ciertas prácticas de la compañía, para que la competencia no pueda luego aprovecharse de los conocimientos adquiridos por esos empleados.
Formas de protección de la propiedad intelectual
Casi todos los países del mundo cuentan con normas domésticas que regulan la propiedad intelectual. Estas leyes suelen establecer, además, los procedimientos necesarios para obtener las patentes, las marcas o los derechos de autor. Por lo general, es necesario cumplir con un trámite administrativo en el que se describe el activo intangible que se desea proteger, para que luego el Estado lo registre y lo haga público, informándoles así a los competidores de la prohibición de imitación.
A nivel internacional, en tanto, el principal tratado que regula asuntos relacionados con la propiedad intelectual es el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC, o TRIPS, por su sigla en inglés), que forma parte de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.
Según el sitio web de la OMC, el ADPIC “constituye un intento de reducir las diferencias en la manera de proteger los derechos de propiedad intelectual en los distintos países del mundo y de someterlos a normas internacionales comunes. En él se establecen niveles mínimos de protección que cada gobierno ha de otorgar a la propiedad intelectual de los demás Miembros de la OMC”.
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