Si bien los tratados internacionales vigentes establecen la obligación de liberalizar el comercio exterior, los países todavía pueden establecer ciertos requisitos para el ingreso de productos extranjeros a su territorio. En el caso de los productos alimenticios este margen es bastante importante, dado que las reglas de importación y exportación están destinadas a proteger la salud de los ciudadanos.
Como tantos otros países, Japón cuenta con estrictos procedimientos para poder ingresar alimentos extranjeros a su mercado, que pueden ser resumidos en tres grandes pasos: en primer lugar, todos los productores deben presentar una notificación previa de importación; en segundo lugar, los inspectores japoneses pueden decidir inspeccionar el cargamento de productos; y, finalmente, aquellos que cumplan con estos dos pasos obtendrán un certificado de notificación, indispensable para poder ingresar la mercancía al país.
Estas exigencias están determinadas principalmente por la Ley de Sanidad Alimentaria (“Food Sanitation Law”), mientras que las agencias gubernamentales que regulan estas cuestiones son el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ciencias Forestales (Ministry of Agriculture, Forestry and Fisheries, – MAFF-), que administra los asuntos relacionados con la agricultura, la silvicultura y los productos de la pesca; el Ministerio de Trabajo, Salud y Bienestar (Ministry of Health, Labor and Welfare, -MHLW-), responsable del desarrollo de políticas de seguridad en la vida diaria de las personas; y la Comisión para la Inocuidad Alimentaria (Food Safety Comission), que realiza la evaluación de los alimentos consumidos en territorio japonés.
Follow Us