Una de las decisiones más importantes que debe tomar cualquier productor es cómo transportar sus mercancías desde el lugar de origen hasta su destino. Y este momento es todavía más relevante en el caso de que el productor pretenda hacerlo en el marco de una exportación, dado que las distancias son aún mayores.

En su libro “Cómo construir un negocio de importación/exportación”, Kenneth Weiss, un experto en comercio exterior, explica que “en el transporte internacional, el hecho de mover bienes de un país a otro puede mejorar o destruir la rentabilidad de un negocio de importación o exportación. Los importadores y exportadores están inevitablemente envueltos en funciones de transporte tales como el empaque, el envío y el aseguramiento. Si esas funciones no se manejan apropiadamente, sus bienes pueden llegar demasiado tarde, en malas condiciones, o directamente no llegar”.

Por estos motivos, es fundamental que los productores conozcan las opciones disponibles para enviar mercaderías al exterior, y decidan cuál es más apropiada de acuerdo a los factores que entran en juego.

1. Servicio de despacho de mercancía o trato directo con el medio de transporte

La primera decisión que deben tomar los exportadores es si desean o no contratar un servicio de despacho de mercancía. 

“La mayor parte de los exportadores, y casi todos los importadores, utilizan servicios de despacho de mercancía”, explican Jim Sherlock y Jonathan Reuvid, del Instituto de Exportación del Reino Unido. “Su función básica es la de actuar como intermediarios entre los exportadores, que tienen bienes para enviar, y los transportistas, que tienen espacio para llenar”. Además, proveen asesoramiento profesional y ayudan con la documentación y los trámites de aduana.

Sherlock y Reuvid mencionan cuatro ventajas de contratar este servicio. La primera es que el empresario puede valerse de la experiencia de estos profesionales: “todos los despachantes deberían tener un buen entendimiento de los procedimientos del comercio internacional, y ser capaces de dar consejos en una gran variedad de áreas, no solamente en la distribución física”. 

En segundo lugar, el exportador puede aprovechar los contactos y las relaciones personales ya establecidas por los despachantes. En tercer lugar, estos profesionales suelen también conseguir instalaciones físicas para que los exportadores puedan, por ejemplo, almacenar sus productos en tránsito. Por último -y quizás lo más importante-, la conveniencia: “muchos exportadores e importadores deciden hacer lo que saben hacer bien, que es producir o conseguir productos y venderlos en otros países, y están muy felices subcontratando los problemas de distribución física a terceras partes”.

Pero los productores también deben considerar dos importantes desventajas de este servicio. Por un lado, el exportador pierde cierto control sobre el proceso cuando lo delega en un despachante, y eso puede generar intranquilidad en ciertos empresarios. Y, por otro lado, la utilización del servicio tiene un costo que puede ser considerable. 

2. El medio de transporte

En términos generales, son cinco las grandes opciones de transporte para los productos:

• Camión: la mayoría de los productos de exportación recorre al menos una parte de su trayecto en camiones, aunque son muy pocos los que realizan el camino completo por este medio.
• Tren: en la actualidad, el transporte ferroviario de productos se ha reducido enormemente. No obstante, siguen siendo muchos los productos que realizan al menos una parte de su trayecto sobre vías.
• Avión: Sherlock y Reuvid explican que “el uso tradicional del aire para trasladar productos de alto valor y poco volumen siempre va a existir, pero ahora hay una clara tendencia hacia un creciente uso del transporte aéreo para trasladar muchos otros productos”. En otras palabras, hoy no solamente quienes venden por eBay utilizan el transporte aéreo para hacer llegar sus productos; también lo usan los productores de productos perecederos, como ciertos productos agrícolas, o mariscos.
• Barco: Kenneth Weiss explica que “el volumen y el peso más grande del transporte de carga internacional es, por lejos, el flete marítimo. La habilidad de transportar grandes pesos y volúmenes provee una enorme ventaja de costos”.
• Transporte multimodal: el transporte multimodal es el que incorpora varios medios en un mismo trayecto. Por ejemplo, explica Weiss, “un contenedor puede ser transportado desde la fábrica hasta el puerto en un camión, luego ser embarcado en un transporte marítimo y llevado al puerto de destino, y finalmente enviado en un camión al destinatario. Algunos cargamentos adhieren el tren a este escenario, haciendo que la carga viaje en tres medios de transporte bajo un mismo conocimiento de embarque”.

Sherlock y Reuvid brindan ciertos tips a la hora de decidir cuál de las opciones es la más conveniente para cada exportador, que pueden ser resumidas en cinco preguntas:

1. ¿A dónde tiene que enviar sus productos? Si el destino final es una isla, por ejemplo, deberá descartar las opciones del transporte terrestre.
2. ¿Qué disponibilidad de medios de transporte existe en su país?
3. ¿Qué tipo de producto desea transportar? Es importante tener en cuenta factores como el tamaño, la necesidad de aislamiento (por ejemplo, algunos productos pueden ser sensibles a ciertos olores), la fragilidad, el valor, su fecha de vencimiento, o cualquier otro requisito especial adicional.
4. ¿Qué tan rápido necesita que llegue el producto? “No solo los productos con fecha de vencimiento cercana o de valor alto son apropiados para el transporte veloz”, explican Sherlock y Reuvid, “sino también aquellos para los cuales existe una demanda urgente”.
5. ¿Qué tanto puede pagar por el transporte? En principio, el transporte más veloz (el aéreo) suele ser el más caro, y el más lento (el marítimo) el menos costoso. No obstante, Kenneth Weiss explica que, a veces, incluso en términos de costos, el transporte aéreo puede ser conveniente: “Si su cargamento de US$ 100.000 llega 10 días antes porque fue enviado por aire, puede que a usted le paguen 10 días antes. Ese valor, con una tasa de interés del 12 por ciento, es de US$ 333”. Por este motivo, Weiss recomienda que los exportadores sigan “chequeando y doble-chequeando las tarifas y los costos”.