La Economía Naranja es uno de los grandes beneficiarios del desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs). Se dice que vivimos la tercera revolución industrial, que es la digital, y que las oportunidades se presentan de manera similar a la segunda revolución industrial, que fue la de la electricidad.

La producción de bienes y servicios creativos representa una riqueza de enorme potencial basada en el talento, la propiedad intelectual, la herencia cultural de nuestra región; y encuentra en la conectividad un elemento clave para su difusión y comercialización. 

La facilidad con la que los creativos pueden llevar sus productos al mercado con creciente diversidad y adaptabilidad crea un cuadro virtuoso de cambios sociales y económicos, en los que la creciente disponibilidad de opciones estimula la innovación y la eficiencia, y conlleva un mayor bienestar general.

En el ciclo de vida de adopción de tecnologías hay cinco etapas:

• Innovación
• Adopción temprana
• Mayoría temprana
• Mayoría tardía
• Rezago

Las grandes oportunidades de negocio y transformación son para quienes se atreven a encarar la innovación y la adopción temprana. Claro, también es allí donde están los riesgos. La mayoría temprana alcanza a recoger algunos beneficios, pero estos suelen ser limitados. Allí suelen ubicarse quienes comprenden que están perdiendo y que pueden recuperarse si actúan rápido.

Por lo general, la mayoría tardía pierde con moderación y queda en riesgo. Gigantes como Sony fueron lentos en la adopción de modelos de negocios digitales y hoy sobreviven en base a explotar sus enormes reservas de propiedad intelectual. Dependen de patentes y catálogos heredados de la época en la que fueron líderes en innovación. Los rezagados simplemente tienden a la extinción, tal fue el caso de Kodak, Tower Records, Block Buster Video y Borders.

Una participación activa en la revolución digital implica tomarse en serio la ciencia, la cultura y la tecnología. La Economía Naranja se centra en invertir en nuevas capacidades, en atraer talento y nutrirlo, en responder con rapidez y agilidad a las condiciones cambiantes y oportunidades efímeras. Implica priorizar, personalizar y producir colectivamente, es decir, innovar.

El Mc Kinsey Global Institute enumera las 12 tecnologías disruptivas que transformarán la vida, los negocios y la economía global para el año 2025. Entre ellos figuran

• Internet móvil
• Almacenamiento de energía
• Impresión 3D
• Materiales avanzados
• Internet de las cosas 
• Tecnología de la nube 
• Robótica avanzada 
• Automatización del trabajo de conocimiento
• Vehículos autónomos y cuasi-autónomos
• Genómica de siguiente generación
• Exploración y recuperación avanzada de petróleo y gas
• Energías renovables

Las seis primeras son las tecnologías disruptivas que tienen la relación más directa y simbiótica con la Economía Naranja. A lo largo de la historia hemos visto cómo la necesidad de apropiar y personalizar involucra a los artistas y creativos en la experimentación e innovación con nuevas formas de comunicación (Internet móvil), de diferenciación (Internet de las cosas), de intercambio y acumulación (tecnologías de la nube), de portabilidad (almacenamiento de energía), de hacer (impresión 3D), y nuevos materiales (avanzados).  

Y, en general, con nuevos modelos de negocio, buscando agregar valor y enriquecer nuestras vidas en más de una dimensión a la vez a través de la innovación. No dejes de ver el video que resume el panel donde importantes líderes de la región debatieron sobre este tema durante la Cumbre de las Américas en Panamá (abril 2015).

Líderes en innovación y jugadores de estas industrias creativas participarán de Outsource2LAC, el foro de América Latina y del Caribe sobre Outsourcing y Offshoring, que se dará cita este año en Guadalajara, México, entre el 11 y el 13 de noviembre.