Después de meses de extrema incertidumbre y de parón económico debido a la crisis del covid-19, las economías reinician lentamente sus operaciones y transacciones. Sin embargo, esta transición no es suave. ¿Cómo pueden gestionar las empresas sus activos y operaciones mientras la mayoría de los empleados permanecen en casa? ¿Y cómo el IoT y la IA pueden ayudar durante y después de la pandemia?
Hay muchas formas de que las empresas no solo continúen gestionando sus negocios de forma remota, sino incluso optimizarlos, hacerlos más eficientes y mejorar la experiencia de sus clientes. El Internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) pueden convertirse en facilitadores para las ciudades, empleados, empresas y clientes durante y después de la pandemia.
Para empezar, el IoT es una red de dispositivos conectados a Internet que pueden comunicarse entre sí, intercambiar datos y automatizar tareas. Mientras que con el IoT podemos detectar (recopilar datos a través de sensores), la IA nos permite dar sentido a estos datos. El nuevo nombre de esta convergencia es “la IA de las cosas” (AIOT).
Para conseguir todo el potencial del IoT y la IA, en algunos casos puede ser necesario combinarlos con otras tecnologías emergentes, como edge computing, digital twin, realidad aumentada/realidad virtual (AR/VR), drones, etc.
Ahora y en el futuro
Entonces, ¿cómo el IoT y la IA pueden ayudar a las empresas durante y después de la pandemia mientras los empleados permanecen en casa? De muchas maneras. Para empezar, el IoT realmente puede ayudar con la monitorización del estado y la gestión remota de los activos, lo que significa que se pueden conectar en Internet los activos, máquinas, productos (sistemas de gestión de inventario, máquinas en la fábrica, mobiliario inteligente de la ciudad, etc.) y observar su rendimiento simplemente a través de un ordenador portátil en casa.
No es necesario enviar ingenieros que a comprobar físicamente la ubicación y el funcionamiento de las máquinas todos los días o cada semana. Las empresas de prácticamente cualquier sector deberían comenzar a explorar áreas en las que puedan automatizar los procesos. Podemos ver esta necesidad urgente en fabricantes, minoristas, operadores logísticos, constructores, proveedores de mantenimiento de máquinas o infraestructuras e incluso ciudades, hospitales y aeropuertos. Las empresas que ya habían implantado soluciones basadas en el IoT dependen en gran medida de ellas hoy en día para conseguir transparencia, seguimiento en tiempo real y seguridad y para cumplir las normas del gobierno o compliance.
No es necesario decir que los datos de todos estos activos conectados son extremadamente valiosos, ya que pueden ayudar a las empresas a identificar eficiencias en costes, procesos y sostenibilidad, lo que permite plantear un argumento de negocio aún más atractivo para este tipo de inversión.
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