Uno de los mayores retos en una Pyme es el relevo eficiente de las responsabilidades. Muchas veces, por temas que escapan de las manos se encargan las funciones a quien se cree cumple con el perfil perfecto. Pero, ¿se puede saber con exactitud si ésta persona logrará cumplir las metas?

Un buen ejemplo de relevo fue el de Steve Jobs, fundador y líder absoluto de Apple, que planeó y preparó tan bien a su sucesor -Tim Cook, que las acciones de la compañía en cinco meses después de su muerte despegaron a un 50% más alto. Aquí el traspaso no sólo era atingente a los empleados de la compañía, sino que a los usuarios del mundo (sólo en el 2011 se vendieron más de 45 millones de iPads) y el mercado en general que a través de las acciones de la compañía le ponía nota a Cook.

Aunque Apple es una empresa magna, una Pyme no debe quedarse atrás, sobre todo porque en las pequeñas y medianas empresas, suele dejarse el legado a la próxima generación, mayormente a los hijos. Son ellos los que deben capacitarse y aprender todo de la organización que está próxima a manejar. Por eso es trascendental preparar un buen camino que genere prosperidad.

Los traspasos de poder al interior de las empresas suelen ser muy complejos, porque la relación entre hijos y hermanos debe verse en el tema legal. Se trata de dejar atrás toda relación familiar para pasar a la profesional. En este escenario muchas veces existe disconformidad con los atributos de uno por sobre los del otro, por esa razón, es recomendable asesorarse y estudiar muy bien la situación, ya que en muchos relevos se ha derrumbado todo el esfuerzo y trabajo invertido.

Se debe preparar a la Pyme desde este momento, instruyendo a la próxima generación. Si entre los parientes no se posee nadie capacitado para hacerse cargo del negocio, lo más propicio es pensar desde ya quien puede funcionar a la cabeza de la empresa.