Una investigación del BID destaca que la exportación de flores frescas es un ejemplo exitoso de productores en países de bajos ingresos que han logrado competir en mercados internacionales de alto valor. Todavía existen áreas para mejorar, especialmente en el sector logístico.

El 80% del consumo se concentra en Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, los Países Bajos y Suiza

Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) avances en la genética, medios de transporte, logística, refrigeración y comunicaciones han resultado en el éxito del negocio de la floricultura en países como Ecuador, Colombia o Kenia. Estos productos luego se distribuyen y comercializan en mercados lejanos de alto valor como Estados Unidos (EE.UU.), Canadá y Rusia.

La floricultura es una industria atractiva en América Latina y el Caribe por sus condiciones geografías y climáticas ideales en la región para cultivarlas. Según la investigación, las estimaciones sobre el consumo anual de flores cultivadas comercialmente van desde los US$ 40.000 a los 60.000 millones de dólares. Por el lado de la demanda, el 80% del consumo se concentra en seis países: Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, los Países Bajos y Suiza.

El BID revela que las flores ecuatorianas, especialmente las rosas, han sido reconocidas como de las mejores en el mundo. La buena calidad es el resultado de una combinación de elementos favorables, incluyendo zonas naturalmente ideales para el cultivo con altitudes superiores a 2.000 metros sobre el nivel del mar. Asimismo, señala factores como la relativa proximidad a los Estados Unidos, la disponibilidad de suelos volcánicos ricos en nutrientes, mano de obra relativamente barata y abundante, y empresarios innovadores.

Entre 1997 y 2006, las exportaciones crecieron aproximadamente un 26% al pasar de US$ 131 millones a US$ 436 millones de dólares. En cuanto a su importancia en la economía en general, las exportaciones de flores frescas representan la tercera fuente no petrolera del país. Sólo los ingresos por exportaciones de banano y camarón superan a la de la industria de las flores frescas.

El principal destino de las exportaciones de flores frescas Ecuatorianas es EE.UU., que recibió el 58% del valor o el 63% del volumen exportado. Rusia ocupó la segunda posición con una cuota de mercado considerablemente menor: 14% del valor o el 12% de volumen. Los Países Bajos, España y Canadá siguen con cantidades poco significativas.

La investigación del BID realizó una comparación del costo logístico utilizando a Ecuador como caso de estudio y confirmó los reclamos de los productores: el tiempo y los costos de transporte varían ampliamente entre países. 

Los resultados del estudio muestran que, dependiendo la época del año, los costos de transporte pueden ser entre un 10 y 20 por ciento más altos en Ecuador en comparación con Colombia; o, en promedio, alrededor de 0,43 dólares por kilogramo superior. Según el BID, las características críticas en la cadena de suministro cómo la falta de fiabilidad en los tiempos a lo largo de la cadena, limitaciones en infraestructura logística, y la falta de capacidad de almacenamiento en distintas etapas influyen negativamente en el costo final.

Por ejemplo, desde que se cosechan las flores frescas en una granja ubicada cerca de Quito, hasta el momento en que llega el cargamento a un minorista EE.UU., pueden pasar desde 44,5 horas hasta 13 días. La falta de predicibilidad quita eficiencia a la cadena de suministro y afecta negativamente su costo.