¿Cuándo detectás la necesidad de que haya redes de inversión ángel?

Por suerte tenemos en Uruguay un ecosistema de apoyo a emprendedores que se ha solidificado en el correr de los últimos diez años con el trabajo de organizaciones que apalancan a los proyectos en sus distintas etapas de vida. La necesidad de crear un club de inversores fue detectada por los founders de Angel- Club UY, los emprendedores Martín Alcalá Rubí, Martín Larre y Santiago Pehar, que atravesaron con sus startups procesos de inversión, con éxito pero no exentos de dificultades. Su propia experiencia emprendedora los impulsó a generar este nuevo espacio de apoyo.

Ahora, junto a nuestros fundadores -devenidos también en inversores- , y con Magdalena Coronel - economista y ex Prospéritas Capital Partners y Fondo Emprender - nos hemos puesto como meta mitigar las barreras, allanar el camino para otros emprendedores, acercarlos a los inversores y aportar, además de capital, conocimiento, experiencia y redes de contacto.

La apuesta es a desmitificar la imagen del inversor a los ojos del emprendedor y que ambos encuentren facilidad a la hora de relacionarse. Además, poder bajar a tierra los términos legales y los procesos de inversión para las partes involucradas, asícomo eliminar o disminuir las asimetrías de información entre estos actores.

Se trata de unir a ambos en un escenario más amigable y accesible. Sabemos que es un desafío, pero vamos por buen camino.

¿Cómo llega una periodista a gerenciar una red de inversión ángel? ¿Fuiste elegida?

Casi desde mis comienzos como periodista me tocó trabajar cubriendo la actividad emprendedora y empresarial en Uruguay.

Esto llevó a que en la práctica me especializara como periodista de este sector, que hasta ese momento no tenía referentes en Uruguay. Naturalmente me fui transformando para los emprendedores en el nexo con los medios de comunicación. A fines de 2013, Martín Larre me convocó para unirme a AngelClub UY, confiando en mis habilidades para gerenciar este proyecto y gracias a mi conocimiento del ecosistema emprendedor y la red de contactos que generé ejerciendo el periodismo, que es muy valiosa para poder desarrollar este proyecto.

¿En algún momento sentiste trabas para desarrollar tu trabajo por ser mujer?

Desde mi tarea periodística me acostumbré a que el mundo de los emprendedores me llevara a relacionarme mayoritariamente con hombres. Con felicidad puedo afirmar que he visto en los últimos cinco años crecer la participación de las mujeres, aunque aún la brecha es importante.

Nunca he sentido que mi género haya sido una dificultad en ninguno de mis ámbitos de trabajo. Por supuesto que no puedo desconocer que aún el día de hoy existen diferencias en el mercado laboral. En cuanto a mi integración en el ecosistema emprendedor y de inversión, siempre fui tratada de igual a igual.

Ahora, desde mi rol de gerente de AngelClub UY, siento que, tanto los fundadores del club, como los emprendedores e inversores con los que me ha tocado trabajar, me valoran por mis conocimientos, mi profesionalismo y mis habilidades. Nunca por el hecho de ser mujer me sentí disminuida o vi coartadas mis posibilidades de trabajar, crecer y destacarme laboralmente.

¿Existen diferencias al momento de gestionar una red si es un hombre o una mujer quien lo hace?

La gestión de una red de inversión en Uruguay requiere de conocimientos técnicos, de saber manejar a la perfección las redes de contacto y fundamentalmente tener la ductilidad de adaptarse al camino que se va forjando y que puede cambiar drásticamente de un momento a otro.

En este año de trabajo hemos aprendido que cada emprendedor tiene necesidades distintas, independientemente de su género y es por eso que nuestros planes de trabajo con cada emprendimiento se ajustan caso a caso.

Entiendo que lo mismo ocurre en mi área de trabajo. Para la gestión de una red de inversión no hay diferencias sustanciales entre hombres y mujeres. En nuestro caso se trata de un equipo multidisciplinario pero a la vez muy equilibrado: somos tres hombres y dos mujeres y cada uno tiene un perfil profesional diferente y proyectos empresariales en distintos rubros. Esto nos ha permitido pensar y desarrollar el proyecto desde varios ángulos complementarios y enriquecer la propuesta.

Además, el aporte de nuestros inversores, que componen un grupo bien diverso, integrado por emprendedores, ejecutivos y empresarios de distintos rubros, también se ha convertido en un aporte vital para nuestro desarrollo y construcción.

“Con felicidad puedo afirmar que he visto en los últimos cinco años crecer la participación de las mujeres, aunque aún la brecha es importante”

¿Alguna vez sentiste que ser mujer te estaba jugando en contra?

Nunca. Incluso me arriesgo a decir que en algunos aspectos ha sido un factor favorable. En una época en la que espacios como la inversión y el emprendimiento aún son predominantemente masculinos, ser una de las pocas mujeres me ha permitido destacar.

De todas formas existen brechas por acortar. Las barreras más difíciles de superar son las que nosotras mismas nos imponemos. Me gustaría ver más mujeres participando de estos espacios.

¿Cuáles han sido los logros más destacados de AC UY?

Somos una organización muy joven, recién comenzamos a mostrar proyectos en julio de 2014. Felizmente los logros que hemos alcanzado han superado nuestras expectativas, pero sabemos que queda mucho camino para recorrer. 

Al momento hemos logrado tener el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y del Programa Xcala. Asimismo pudimos conformar un grupo de 15 inversores en nuestro primer año de ejecución, una cifra interesante para un mercado pequeño como el uruguayo. Este año esperamos al menos duplicar esa participación con algunas variantes que incorporamos a nuestro plan. En nuestro primer año evaluamos más de 90 emprendimientos, realizamos tres foros de inversión en los que presentamos nueve emprendimientos y cerramos rondas de inversión con tres. Otras startups aún están en proceso de negociación.

Además, de forma orgánica empezaron a postular a nuestro club emprendimientos extranjeros.

Este año ya realizamos nuestro primer foro en el que presentamos cuatro emprendimientos, dos uruguayos y dos argentinos y estamos preparando el segundo encuentro. Este año también estamos organizando ciclos de charlas para emprendedores y para inversores que están funcionando muy bien.

“Las barreras más difíciles de superar son las que nosotras mismas nos imponemos. Me gustaría ver más mujeres participando de estos espacios”

¿Qué tipo de emprendimientos financian?

Nuestro grupo tiene una política de apoyo a emprendedores en la que cada inversor decide de forma individual su inversión. Para estos inversores AngelClub UY selecciona emprendimientos idealmente tecnológicos, aunque no de forma excluyente. Los otros puntos que se analizan en primera instancia para la selección son la escalabilidad a nivel regional o global y que ya cuenten con una validación comercial.

Luego de esta selección primaria se trabaja caso a caso en las posibilidades de inversión, en la estructuración de la ronda y en el trabajo de mentoría y coaching necesario para llevar a ese emprendimiento a las mejores condiciones para recibir inversión.

¿Cómo ves el involucramiento de la mujer en un rol de inversora ángel?

Aún son pocas. En nuestro grupo solo participa una inversora por el momento y estas son tendencias que se replican en otros países.

El emprendimiento está instalándose paulatinamente entre las mujeres y espero que a futuro esto tenga impacto en la proporción de mujeres inversoras. Creo que en estos ámbitos las condiciones están dadas para que ocupemos los mismos lugares que los hombres. Somos nosotras que debemos empoderarnos y reclamar los espacios que nos corresponden para lograr una igualdad.